Trail Dogs: Un cuento de perros
Todo comienza con el sendero. Las amplias curvas, los suaves peraltes, los bumps para lanzarse mientras zigzaguea por el camino. Son los olores que vienen con un paseo matutino húmedo, o la sensación de una buena rascada de panza. Estos son los recuerdos felices de la vida bien vivida de un perro de pista.
Raven es un perro de pista retirado de 13 años que vive con Darren McCoullough, uno de los fundadores y director de producción de Anthill Films. Viven a tiro de piedra del Ring Creek Trailhead en Squamish, Columbia Británica, donde Raven ha pasado incontables días retozando en senderos arcillosos bajo imponentes abetos. La vejez la ha frenado, y ahora Raven felizmente yace en el camino de entrada, mirando perro tras perro, y su humano, dirigiéndose a las colinas.
En la nueva película de Shimano Originals, A Dog’s Tale, celebramos la alegría del ciclismo de montaña a través de los ojos del perro de pista. Observamos cómo nuestros amigos de cuatro patas se desplazan por esquinas planas y navegan alrededor de los peraltes con una coordinación y un atletismo de otro mundo. Estamos cautivados por el caos controlado que se funde en un equilibrio perfecto con cada salto y giro. E imaginamos los pensamientos de Raven mientras observa a todos esos perros y riders dirigirse al comienzo del sendero todos los días.
La película nos lleva de los recuerdos del camino de entrada de Raven desde Columbia Británica a Utah, a Sudáfrica y viceversa, conociendo a algunas de las personalidades de senderos de cuatro patas más famosas en el camino. Todos disfrutan del mundo de la bicicleta de montaña a su manera, al igual que nosotros, los humanos, ya sea en las líneas de salto o en la creación de nuevos senderos.
Nacido de la maravilla de lo que estaba pensando Raven, A Dog’s Tale abraza la estrecha conexión con nuestros compañeros de conducción, el crujido del camino debajo de nuestros neumáticos, junto con el movimiento de cola cuando lanzamos el siguiente salto. Detente y considera este sentimiento la próxima vez que veas a un perro mirándote con cariño mientras pasas. Deja que tu mente divague un poco y acércate un poco más a lo que hay detrás de esos ojos felices. Porque siempre hay más en el momento que solo un perro en el camino de entrada, viendo pasar el mundo.
