DOWN-VERESTING OAXACA
Texto Samuel Díaz/ Fotos Iñigo Diego
“A lifestyle journey, tackling down some of the raddest trails in México in one day”
Por más de 2 años, estuvimos discutiendo la idea de poder rodar en un solo día los mejores senderos de Oaxaca (y de México probablemente). Pero el simple hecho de hacerlo no era suficientemente interesante, por lo que incluimos en la ecuación el poder acumular más de 10,000 metros de desnivel en un solo día.
No era una tarea sencilla, pues el reto conlleva tener una logística impecable: escoger distintos senderos, considerar su dificultad, longitud, y desnivel; así como contar con suficientes horas de luz, un staff bien capacitado; y por supuesto condición física, bicis sin fallas mecánicas y algo de suerte.
Tal vez por eso no podíamos tomar la decisión de hacerlo, hasta este año, cuando por fin pusimos sobre la mesa cómo hacerlo.
El verano en México es algo engañoso, pues a pesar de contar con más horas de sol durante el día, es probable que esté acompañado de lluvias intensas que pueden ir de un par de horas hasta casi un día completo.
La mítica cifra de acumular los 10,000 metros de desnivel negativo era un reto abrumador; considerando que el Everest mide 8,849 mts queríamos hacer algo más allá de ese número y lograr un Milestone mayor.
Por qué? Solo por el simple hecho de poderlo hacer, y disfrutar lo que más nos gusta en la vida: rodar nuestras bicicletas de montaña en los lugares más épicos de nuestro país.
En estos días donde toda la gente está más preocupada por qué publicar en redes sociales, y querer pertenecer, nosotros solo queremos andar en bici y olvidarnos de estos tiempos de caos; tal vez es por eso que nos adentramos en esta aventura.
Menos redes sociales, más kilometros acumulados; nuestro mantra.
El equipo
Gua (47), Stephan (42), Pablo (46) y Sam (39); todos con la pasión del ciclismo como un lifestyle desde hace muchos años.
Ninguno de nosotros es pro, o influencer, nisiquiera tenemos redes sociales decentes. Pero eso no demerita el hecho que somos aferrados a la idea de seguir rodando hasta que el cuerpo no de más.
El Staff
Dos choferes, un mecánico, y un fotógrafo.
Parte crucial del reto era contar con el equipo adecuado para asistirnos en las más de 12 horas que planeamos para hacerlo. Cada persona tenía asignada una tarea crucial en el reto; dos choferes con camionetas para agilizar la transportación del team; un mecánico posicionado en la montaña con el equipo necesario para ayudarnos con las fallas mecánicas, y como punto de abastecimiento. Y por ultimo pero no menos importante nuestro fotógrafo para documentar la delirante idea que teníamos.
El lugar
No es extraño para los ciclistas alrededor del mundo (y más para los que practicamos el Enduro) que Oaxaca se ha vuelto la mecca del ciclismo de montaña en México.
Para donde se mire, la ciudad de Oaxaca está rodeada de imponentes montañas, desde Etla, hasta Mitla y hacia el pacífico; la orografía de la ciudad y del estado impone con su sierra norte y sierra sur.
Ixtepeji es ahora reconocida por eventos de nivel internacional como el Transierra Norte, donde han acudido atletas élite como Richie Rude, Jesse Melamed y Jerome Clementz entre otros.
Por su creciente número de senderos, facilidad de acceso a ellos en instalaciones con las que cuenta, era el lugar idóneo para realizar el reto.
Sin dejar de considerar que es uno de nuestros lugares preferidos para rodar constantemente en nuestros viajes mensuales que solemos realizar.
El indicado para hacer la logística del down-veresting era Stephan. Obsesionado con las apps como Strava, Trailforks y su GPS, logró desmenuzar sendero por sendero, cuál debería ser el plan a seguir durante el reto.
Se debía considerar la facilidad de acceso a los senderos, tiempos en las camionetas, y una agenda, basada en nuestras habilidades para rodar los senderos en tiempos acorde a las horas que teníamos de luz durante ese 1 de Julio de 2020.
Desde el inicio se consideró tener un plan A y B. sobre todo por las pronósticos de lluvia que son frecuentes por la temporada.
Puesta de sol 6:58
Atardecer: 20:50
PLAN A
22 senderos: iniciando 7:00 con Dragoncito, pasando por Ola Hawaiana, Jabalí, Martinez y la Imposible, así como el Cerezo, Tierra negra y por ultimo para cerrar el día, con la última bajada Llano Carreta.
La lluvia
Todo el itinerario se vio afectado desde el día que llegamos a Oaxaca. Cuando logramos llegar al ecoturismo en Ixtepeji, empezó una lluvia, intensa, que no dio tregua prácticamente el resto del día.
Ese día (miércoles) teníamos planeado rodar un par de senderos para checar las bicis, el estado del terreno, y prepararnos para el gran día que se nos venía.
Todo se vio frustrado, y tomamos la decisión de sentarnos y retomar el plan B, donde habría cambios en algunos senderos y en la logística para el día siguiente.
El cambio más drástico era quitar un sendero llamado Cerezo; rápido, flowy y el cual nos daba bastante desnivel (648 mts) y por su ubicación era fácil repetirlo en varias ocasiones; este no se podría rodar por su tipo de terreno, que con lluvia se vuelve muy inestable y peligroso, además que se le puede causar mucho daño al rodarlo en esas condiciones de lluvia.
Plan B
24 Senderos: iniciando de igual forma 7:00 con Dragoncito, varias Olas Hawaianas, varios Jabalis, Martinez + Imposible, Tierra negra, Martinez + Punta de Piedra, cerrando de igual forma con Llano Carreta.
Lo que logramos
Empezamos muy bien el día, sin lluvia; aunque estábamos entre nubes; no se apreciaba que pudiera salir el sol, más bien el pronóstico eran lluvias más tarde en el día.
Para calentar Dragoncito, lo hicimos en buen tiempo y sin contratiempos (solo el Gua y su ansiedad lo hizo estrellarse contra un árbol a los pocos metros de haber iniciado). Saldo blanco.
Así fueron transcurriendo las horas, sendero tras sendero, todo apuntaba que estábamos realizando los trails en base al itinerario marcado; inclusive algo más rápido por momentos.
El primer reto físico y mental fue hacer La Imposible. Uno de nuestros senderos favoritos, sin embargo la parte final de este llega a ser algo técnica y con muchas zanjas en temporada de lluvias, y ese día no fue la excepción. Sufrimos esos últimos metros con las zanjas por el agua y las piedras que estaban sueltas.
Fue un gran alivio terminar ese sendero sin caídas ni bicis con fallas mecánicas. También agradecimos el clima bastante cálido y con algo de sol de El Estudiante. Sin embargo no había tiempo para detenernos con Doña Tere y tomar una cerveza. Debíamos seguir el plan, y así fue como lo hicimos.
Continuamos con el plan, hicimos varios senderos más hasta hacer un lunch break marcado a las 12:30 y poder descansar un poco las manos y el cuerpo que ya empezaba a dar señales de cansancio.
El siguiente reto importante era hacer Punta de Piedra; considerado de los senderos más empinados de la zona, y bastante expuesto en sus primeros metros.
Para darle un poco más de dramatismo, la lluvia empezó a caer sobre nosotros.
El cansancio ya era presente; las manos empezaban a fallar, el nerviosismo por lo y expuesto que representa Punta de Piedra hizo lo suyo en nuestras mentes, y bueno la lluvia…
Llegamos al final del sendero, mojados, enlodados pero felices de haberlo hecho.
Ya eran más de las 2 pm y debíamos darnos prisa para continuar. La lluvia para el resto del día era inminente.
Conforme pasaban las horas y seguíamos haciendo sendero tras sendero, empezó una constante llovizna que nos hacia las cosas más difíciles cada vez. El Frío, el cansancio y el reto mental de continuar a pesar del agua, era intenso.
Todo se ralentizó a partir de este momento. Habíamos hecho tantas veces ya Ola Hawaiana y Jabalí que decidimos hacer un cambio de planes improvisado: mezclar Jabalí con Tierra negra para poder hacer una pausa pequeña cada vez en el punto de abastecimiento.
Repetimos este mix de senderos 4 veces; Cuando terminamos la 3ª repetición, la lluvia ya era muy intensa, la visibilidad casi nula. Al empezar la 4ª repetición era tan fuerte el agua que tomamos al decisión de parar y resignarnos que los 10,000 de desnivel eran imposibles para ese momento.
Nos sentíamos algo decepcionados; sabíamos que sin el factor lluvia lo hubiéramos logrado prácticamente sin problemas.
No obstante, el haber realizado este reto (autoimpuesto) nos dejaba un gran aprendizaje y las ganas de volver a intentarlo lo antes posible. La experiencia es gratificante, el grupo de gente ideal, y el lugar incomparable.
Un especial agradecimiento al Ecoturismo Ixtepeji por sus atenciones, así como a nuestro staff que a pesar de la lluvia nunca dudó en continuar: Sam, Choforo, Alexis e Iñigo, muchas gracias.