El Bosque de la Primavera ha sufrido de múltiples incendios en los últimos meses, la temporada de secas trajo consigo además de polvo, la aparente falta de conciencia que nuestra sociedad tapatía debería tener respecto al cuidado de las áreas naturales, que al final del día, son las que nos mantienen vivos, como todos sabemos la primavera es el pulmón de Guadalajara.
Desde el mes de Abril comenzaron los incendios provocados, gracias a esto se incrementó el nivel de vigilancia en el bosque para evitar que esto siguiera sucediendo, pero no tuvo ningún éxito, hubo semanas con incendios un día tras otro, desde bosques de Santa Anita y Bugambilias, hasta la zona de Postes de la primavera y Pinar de la Venta. Debido a esto las autoridades decidieron incrementar la seguridad y pusieron normas mucho más estrictas respecto al cuidado del bosque, la más discutida y polémica de todas fue que se prohibió el acceso a la primavera a toda persona que no fuera propietaria de terrenos dentro del área natural.
La inconformidad dentro del mundo ciclista fue grande, pero entendamos que son medidas preventivas para evitar que los daños sean mayores y quizá irreversibles dentro de nuestro bosque, esta prohibición del acceso será por tiempo indefinido, los guardabosques de la primavera no tienen fecha para la re apertura (si es que llegara a haber).
Las pistas dentro del bosque se mantuvieron intactas, si bien el fuego se acercó considerablemente a rutas como La Mosca” y “Vaca Muerta”, los senderos se mantuvieron en buenas condiciones, aunque siendo honestos es lo que menos importa en este momento, si el bosque se destruye, las pistas también.
Los accesos que actualmente se encuentran cerrados son los que se encuentran al sur de la ciudad:
– Bosques de Santa Anita (El Origen)
– Postes (Mariano Otero)
Sin embargo aún están abiertos algunos accesos:
– El Río Caliente (Salida a Vallarta)
– Emiliano Zapata
Aunque probablemente los ciclistas y corredores no sean los que provocan los incendios, las autoridades deben tomar este tipo de medidas para limitar los riesgos de otro posible ecocidio, por lo que como sociedad deberemos ser pacientes en la espera para determinar qué sucederá con el acceso al bosque de la primavera.
Nota: Roberto Tejeda
